Certificado energético para vender o alquilar una casa - Real Estate Ability

Certificado energético para vender o alquilar una casa

Desde 2013 es obligatorio tener el certificado energético para vender o alquilar una vivienda, sin embargo, más de la mitad de los inmuebles se venden o alquilan sin haberlo solicitado. Según una encuesta de Certicalia, el 56,4 % de los inmuebles se anunciaron sin tener solicitado el certificado y los compradores se comprometieron a comprar la vivienda sin saber la calificación energética. Sin embargo, la Ley 8/2013 de rehabilitación, regeneración y renovación urbanas establece multas si el propietario no incluye esta información en el anuncio del piso.

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El certificado energético para vender o alquiler un inmueble es obligatorio. Sin embargo, el desconocimiento y el ahorro de costes son las razones por las que no se solicita

El desconocimiento de los propietarios sobre la obligatoriedad de tener el certificado energético de la vivienda es la principal razón por la que se pone a la venta el inmueble sin haberlo solicitado. En muchas ocasiones, se enteran porque lo exige la agencia inmobiliaria para gestionar la venta o alquiler de la vivienda, lo reclama el inquilino o el notario cuando se firma la escritura. “El hecho de que no realicen el trámite a tiempo en muchos casos se debe al desconocimiento y para evitar el coste del certificado antes de asegurarse la venta o el alquiler”, señala Cristina Royo, directora de marketing de Certicalia.

Desde las empresas certificadores reconocen que es raro que se encargue el certificado antes de publicar el anuncio. Los propietarios publican el anuncio de alquiler o venta de la vivienda sin incluir la calificación energética porque no disponen del certificado. En muchos anuncios se indica que el certificado está en trámite, pero eso no es suficiente ya que la ley exige que se muestre la etiqueta energética en el anuncio. “La mayoría de los propietarios no solicitan antes el certificado porque se niegan a desembolsar el coste económico que supone encargar el documento a un técnico habilitado, aunque este documento tiene una validez de diez años”, puntualiza Paula Serrano, responsable contenidos de Certificados Energéticos.

Un piso en venta o alquiler sin certificación energética puede llegar a sancionarse con hasta 6.000 euros

El certificado energético tiene que ser realizado por un técnico especializado, generalmente, son arquitectos o ingenieros. A partir de una visita al inmueble, el técnico analiza los diferentes elementos de la vivienda para realizar el informe. Los datos que recoge se introducen en una herramienta informática oficial que calcula la calificación energética de la vivienda. “El informe también incluye la propuesta de medidas de mejora de la calificación energética a modo informativo para el propietario” afirma Serrano. En la realización del certificado se tardan entre 2 y 3 días. Una vez está registrado el informe, se consigue la etiqueta energética que corresponde a la vivienda.

La Administración puede comprobar si la vivienda que se pone a la venta o alquiler dispone del certificado porque es obligatorio que esté registrado en el órgano competente de la comunidad autónoma. “Este órgano está obligado a realizar el control de los certificados y las inspecciones para comprobar y vigilar el cumplimiento de la obligación de certificación de eficiencia energética de los edificios”, apunta Serrano.

Si no se dispone del certificado, la Administración puede imponer multas según la infracción cometida que pueden ser leves de 300 a 600 € si se anuncia la vivienda sin mencionar la calificación energética o no se exhibe la etiqueta energética; graves de 601 a 1.000 € si no se entrega el certificado al comprador o inquilino, no se registra o se muestra una etiqueta que no es real y muy graves de hasta 6.000 € si se publicita la vivienda sin tener el certificado. Además, la agencia inmobiliaria también puede ser multada si anuncia el inmueble sin el certificado energético “ya que el anuncio es también su responsabilidad”, señala Royo.

El comprador y el inquilino pueden exigir el certificado. Durante la compraventa, el notario será quien se asegure de que el certificado energético es correcto

El propietario está obligado a gestionar el certificado energético de la vivienda pero, como es un derecho del consumidor saber la calificación energética, el comprador o inquilino pueden pedirlo al propietario antes de decidir la compra de la vivienda. “El comprador o inquilino tiene el derecho y el propietario la obligación de proporcionarlo. El comprador y el inquilino deben exigir que este trámite esté realizado”, apunta Eva De Miguel Encinas, agente asociado a Remax Distrito Hub. En muchos casos, las agencias se encargan de tramitar el certificado, realizando todo el proceso, desde la visita del técnico a la vivienda hasta su registro en el Administración.

Cuando se trata de una compraventa de vivienda es un requisito indispensable antes de firmar las escrituras en la notaría. “Normalmente, tienen el certificado cuando vienen a la notaría, son pocos los casos en los que hay que recordarles la obligación de aportarlo”, confirma Dolores Torres, notaria de Madrid. En ocasiones, reconoce que tienen el certificado y el justificante de haberlo presentado en el Registro pero todavía no han recibido la etiqueta energética. “Se deja constancia y el compromiso de entregarlo a la parte compradora en cuanto la tengan”, apunta Torres. Con las plazas de garaje y trasteros,no sería exigible por considerarse espacios no habitables.

Las viviendas nuevas y de segunda mano deben tener el certificado energético. No se exige para garajes, trasteros o edificios que vayan a ser reformados integralmente o demolidos

Además de los garajes y trasteros la normativa legal prevé otros casos en los que no existe la obligatoriedad de tener el certificado de eficiencia energética. “Los edificios que se compren para realizar reformas importantes o demoliciones están exentos del certificado, según la normativa”, apuntan desde Tecnocasa. No obstante, si la reforma que se realiza no comprende licencia de obra mayor es necesario tener el certificado.

Cuando se trata de edificios de nueva construcción también se exige que tengan el certificado energético. El procedimiento para realizarlo es distinto porque no incluye la visita del técnico al edificio. “Su realización forma parte del proyecto de ejecución y se diferencia entre certificado de proyecto y certificado de edificio terminado. Éste último es el necesario para la venta y alquiler de edificios y partes de edificios de obra nueva”, comenta Serrano.

Los compradores pasan por alto la información que proporciona un certificado energético para vender o alquilar, no siendo conscientes del ahorro que implica una calificación alta

A pesar de que las viviendas deben tener la etiqueta energética que califica su nivel de eficiencia energética desde 2013, los compradores no prestan mucha atención a esta información cuando buscan una vivienda. “El certificado de eficiencia energética no es determinante al escoger una vivienda u otra. Si la vivienda dispone de una buena calificación es valor añadido a ese inmueble, pero el cliente se fija más en otras características de la vivienda, como los metros cuadrados, la ubicación, la disponibilidad de ascensor, la distribución”, señalan en Tecnocasa.

Esto se debe, según De Miguel, a que “comprador y vendedor ven el certificado como un mero trámite”. Reconoce que casi ningún comprador pregunta cuando visitan la vivienda por el consumo. “Existe un desconocimiento general sobre la información que proporciona este documento y para qué sirve”. La situación es diferente cuando se trata de viviendas de nueva construcción. Estos edificios deben tener fachadas más aisladas, mejores marcos y acristalamientos, mayor protección solar, mejores instalaciones térmicas y energías renovables. Las viviendas calificadas con la máxima calificación A atraen a los compradores. “Resulta más novedoso y el ahorro energético es más palpable”, según De Miguel.

No obstante, cada vez más los compradores e inquilinos entienden que una mejor calificación energética de la vivienda supone un mayor ahorro. “Un inmueble con calificación energética B gasta en torno a 1.250 € menos al año que uno de calificación G”, concluye Royo.

Articulo publicado por pisos.com

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